sábado, 20 de febrero de 2010

Crónica de Boyero sobre BERLINALE

ANÁLISIS
El lirismo turco se lleva el oro y Polanski lo innegable
CARLOS BOYERO 20/02/2010




Pido disculpas porque en la muy fatigada crónica Y como broche: tumores, asesinos y jubilados me hice un lío con las películas de la sección oficial que optaban a premios y las que estaban fuera de concurso, dando por supuesto que Scorsese y Polanski, dos maestros en medio de autores prometedores, grisáceos o simplemente aficionados a pesar de su esfuerzo o de su vocación de autoría, estaban al margen de la competición. Ocurría en el caso de Scorsese, pero no el de Polanski. Imagino que los productores de su película estan convencidos de que los galardones de los festivales ayudan a la carrera comercial de la película y le otorgan un nada desdeñable prestigio. Ellos sabrán.


Una tragicomedia japonesa echa el cierre
Berlín premia a Roman Polanski
Festivales de cine
A FONDO
De Cannes a Sundance


Ver cobertura completa

La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas

Lo que está claro es que a estas alturas el cine del tan inteligente como turbio polaco no va a devaluarse en función de las decisiones de los jurados. El de la Berlinale, presidido por Werner Herzog, señor ancestralmente venerado por la crítica rigurosa y con criterios presumiblemente heterodoxos e iconoclastas, afortunadamente ha seguido el consejo de la sensatez y de la evidencia reconociendo que el mejor director en esta olvidable edición de la Berlinale se llama Roman Polanski. Tambien sabíamos que debido a su arresto domiciliario era imposible que apareciera a recogerlo, ausencia que deja a dos velas a los vendedores de morbo, a los que identifican exclusivamente a este artista de las tinieblas con una estrella del escandalo. Su trabajo en The ghost writer es de las pocas cosas autenticamente brillantes que ha exhibido el festival, un relato tenso y sarcástico acerca de la siniestra maquinaria que rodea a un ex primer ministro de Inglaterra al que acusan de haber colaborado de crimenes de guerra y que contrata a un negro para que escriba su indulgente y tramposa autobiografía. Polanski no se centra en esta ocasión en los temas que obsesionan a su obra. Se limita a contar con poderoso estilo expresivo, con sentido del suspense, con mordacidad, con sutileza, una historia que podría llevar la firma de Hitchcock. Sería deseable por el bien del cine que a este hombre la justicia no le privara nunca del uso de una camara, aunque le confinara en la carcel. Seguro que incluso en escenario tan arisco sería capaz de narrar admirablemente con imágenes las historias más perturbadoras.

Como Polanski no se lo puede llevar todo y hay que alentar tambien a los que no estan consagrados y pueden tener complicada la distribución internacional de sus películas han concedido el Oso de oro a la meritoria película turca Miel, dirigida por Semith Kaplanoglu. Es bonita, tiene su rollo, tiene vocación poética, es abrumadoramente pausada. Ocurren pocas cosas, pero estan bien descritas. Sobre todo, las compartidas sensaciones en medio de la naturaleza que se transmiten un apicultor y su silencioso e hipersensible hijo pequeño.

El cine rumano nos transmitió un perdurable escalofrío hace tres años en el festival de Cannes con Cuatro meses, tres semanas y dos días describiendo el calvario de una mujer que pretende abortar clandestinamente en la sordidez ambiental y el regimen policiaco que impuso Ceaucescu. La tambien rumana Si quiero silbar, silbo posee igualmente un tono sombrío y un personaje sobreviviendo en el límite, un chaval encarcelado que se propone huir para evitar que una madre depredadora masacre la personalidad de su hermano pequeño, pero su desgarro solo está expresado correctamente. El gran premio del Jurado es excesivo, aunque tampoco había demasiadas cosas apetecibles donde elegir. El exótico paisaje artico de la rusa Como terminé este verano se presta a que te impresione su fotografía, pero que tambien hayan premiado a sus dos unicos y nada magnéticos actores resulta excesivo. La actriz japonesa que protagoniza Caterpillar sufre mucho y practica una sexualidad sadomasoquista con un marido que ha vuelto de la guerra hecho pedazos, pero su trabajo tampoco pasara a la historia de las interpretaciones memorables. El guion de la china Separados juntos que cuenta el retorno de un anciano a la familia que abandonó cincuenta años atrás y su intención de que la esposa abandone al comprensivo y estoico marido actual para vivir con el, es original y complejo, digno del Oso de plata. Pero casi todo en la proramación de esta Berlinale ha sido tibio y prescindible, una sucesión de cine no horroroso ( nadie puede arrebatarle ese inigualable y estúpido sadismo al infame Marco Muller, director de la Mostra) pero destinado al inmediato olvido.

viernes, 19 de febrero de 2010

podeti

¿Cómo era todo lo de acá?
¡Ah, cierto! Esto.

La cosa esta, la cosa. Lalalala cosa. La cosa esta de las letritas. Las letritas y las palabritas (con letritas adentro) ¿Cómo era? Era una cosa, una cosa, qué cosa. Una cosa que yo iba y hacía algo. Me parece. Yo iba y hacía algo, algo con la cosa. Bah, me parece. Me parece que yo intervenía de alguna manera, que yo estaba involucrado en cierta forma. ¿Cómo era? Creo que era yo. O por ahí lo soñé, o me lo contaron y yo alguna vez para impresionar a alguien dije que lo hacía yo y después de tanto repetirlo y contarlo de vuelta varias veces (más que nada para no pisar el palito y que en un descuido la persona no se enterara de que no era yo el que hacía la cosa) como que me terminé creyendo que era yo. Pero no, pero no, me parece que yo estaba en serio y hacía algo con la cosa esa. ¿Pero qué era? ¡La puta!

Me parece que era una cosa en internet. ¿Puede ser? Nada técnico, porque yo de eso no entiendo nada. Así que debía ser algo "creativo", uy, qué feo que sonó eso. Viste que hoy por hoy no podés decir que hacés algo "creativo" porque queda mal. Queda como que te hacés el aaaay, bueeeno. Aaaaay, qué creativo que sos. Aaaaaay. Aaaaaay, aaaaay, el creativo, aaaay. Aaaaay, aaaaay. El creativo, el creativo, aaaaaay. El artista, el artista, aaaaaaay. Y así. Aaaaaay. Y los que hacen algo técnico se ofenden. Se atacan, viste que los que hacen cosas técnicas son todos como medio atacaditos. Como que creen que son de la clase obrera.Y vos decís "creativo" y "aaaaaay, aaaaaaay, el creativo, el creativo, pero andá a ensuciarte las manos instalando un programa de no se qué o programando el proxy y el rebuteo de no sé qué cosa, eso es laburar". Claro, como si ellos laburaran de arreglar tractores. Buéh. La-men-ta-ble. Aaaaaaay, aaaaay. ¿Pero cómo era la cosa??? ¿Y qué hacía yo???

Yo voy a suponer, voy a proponer la hipótesis, digamos, para después someterla a experimentación (método científico), de que yo escribía algo, que ahí cerraría bastante lo de que hay letritas y lo de que yo hacía algo, porque yo rebutear proxys o arreglar tractores no, pero escribir puedo, bueno, en fin, me las arreglo. No quiero pecar de inmodestia o de falsa modestia o de falsa inmodestia, pero en fin, o sea, me das un lápiz y te escribo una oración con sujeto y predicado, con introducción, nudo y desenlace. Con clímax y anticlímax. Con esto y lo otro. No digo que sea maravilloso, ni siquiera que sea competente, sólo digo que puedo hacerlo. Nada más, entendés. Es eso, lo puedo hacer. Lejos de mí la pretensión de equipararme a un Cervantes, a un Tolstoi. O sea... ¡Pará con lo de "aaaay, aaaaay, el escritor, el escritor", tarado! Dale, dale, andá a restartear cosas, gil. Entonces yo escribía algo, ponele. Igual es raro porque me acuerdo como que después otros escribían cosas. Eran como unos plomos que escribían más cosas después que yo. O por ahí ellos escribían algo y después yo iba y les escribía encima. ¿Así era? Bueno, también yo, no me acuerdo de qué era y todavía me quiero acordar el orden. ¡Usá la cabecita, Esteban! Bueno, la cosa es que me parece raro eso de que escriban varios, yo considero que la escritura es un fenómeno individual, no creo en la escritura en colaborac... ¡Uh,pará con lo de "Aaaaay, considera, ayyy, es un teórico, ayyyyy, ayyyy"! ¡Te voy a romper la cara! ¡Desde hoy que me estás provocando!

Entonces como que no sé qué hacer, porque capaz tengo que esperar que ellos (los plomos esos) escriban algo y yo después algo a continuación, o capaz que empezaba yo y después ellos escribiéndome encima. Todo esto siempre suponiendo que la cosa fuera sobre escribir, y que yo estuviera involucrado, cosas ambas que no necesariamente eran tan así. Puedo estar equivocado, eh, puedo estar equivocado. Por ejemplo, la otra vuelta yo estaba haciendo un guiso y me parecía que me faltaba un condimento.Y yo dale que dale, que me falta un condimento, que me falta un condimento, no, que así no era, me va a quedar mal, me falta un condimento, etc. y a la final el condimento que yo creía que me faltaba ni siquiera existía.O sea, no me faltaba ningún condimento. Solamente me parecía, y yo amargándome la vida por esas trampas de la imaginación y la inseguridad personal. Te das cuenta.

Porque ahora me parece que nada que ver, no debía ser de escribir la cosa esa que tenía que hacer. No, no, no, no me parece. Es medio raro, hay demasiada gente escribiendo, mirá si justo yo voy a ser otro más. Sería demasiada casualidad. Debía ser otra cosa que nada que ver, me parece que tenía más que ver con armar algo. Con armar un transformador, ¿puede ser? Me suena a que era algo así. Sí, seguro, era eso. Claaaaaaro, era armar transformadores o baterías. O algo que ver con la aeronáutica, si, me parece que tiene que ver con armar baterías para aviones. Claaaaaaaro. Eeeeeeso era. Manufacturación, distribución e instalación de baterías para aviones, si es que existe tal cosa. No hay duda, era eso. Ya está, ya me acordé. Creo. Pero en ese caso yo no debía tener nada que ver porque de aviones tampoco entiendo un soto. O sea que yo ni siquiera tengo que hacer algo. ¡Mirá, te das cuenta, de nuevo amargándome la existencia y yo ni siquiera tenía que mover un dedo! ¡Me estaba ahogando en un vaso de agua! ¡Y casi agarro y escribo algo, fijate, casi escribo algo, ya me imagino los tipos ahí armando las baterías para aviones y de golpe me miran y me dicen "¿y vos qué coño estás haciendo?", "Estoy escribiendo algo", "¡Pero acá no hay que escribir nada, hay que armar las baterías estas! ¿Y vos quién sos? ¡Acá solo se permite personal autorizado, y mínimo hay que ser ingeniero aeronáutico!", y los tipos haciéndome echar por Seguridad, todo nada más que porque me puse a escribir algo! ¡Ja, ja, ja,ja! ¡Qué desubicado! Ay, qué risa.

Bueno, zafé por un pelo, como siempre.

martes, 16 de febrero de 2010

PAR : dama insomne

Hay veces que no sé si existo o me he disuelto en el
polvo dulce de alguna luna que se escapa. Y es que la
madrugada ahuyenta siempre los ojos vencidos, como un
cascabel que arde en el tiempo de los absolutos. No me
imagino entonces sin abrir el instinto, sin entregarme
a las voces que me arrullan entre letras fugitivas.
Esta aventura solitaria me cura y me arranca desnudos y
catarsis, tal vez porque nací con la interrogación
abierta en el libertinaje de este cuerpo enrevesado.
Y ya me he vuelto demasiado descarada, no encuentro
dioses en mis sombras ni me atan las verdades. Me subí
hace tiempo a los pulsos de la garganta, al desenfreno
que enloquece y te arrastra hacia el mar. Y luego
descanso en cualquier hueco que me vuelva a adormecer.

Puedo confesarte que mi danza es lenta y sufre, pero no
duele el resultado. Es otro prisma por donde mirarme,
otra manera de salvarme. Levanto así las piernas hacia
las nubes, doy vueltas alrededor de un segundo y me
consumo entera entre placeres. Y qué más da la
realidad, si puedo moldearla entre mis senos, si puedo
escupir sus promesas en el balanceo de una herida que
se cierra. Yo sé que podemos conocernos sin mirarnos en
el espejo, y alcanzar la paz del fuego con tan sólo
abrir los ojos.

Por eso te propongo fluir, habitar otro pensamiento
ciego, conquistar la nada más sincera. Indisciplinados,
con las manos temblorosas y esperando algún hechizo.
Déjate ser, como el ronroneo de un sueño que muere en
tu propia boca.


(Ya ves, siempre me supo dulce el aire de la distancia
que existe entre el suelo que piso y la tierra real.)

domingo, 14 de febrero de 2010

La seducción estética y el amor infeliz - SK

“A aquél individuo mientras trato de
contemplar lo eterno”
LA SEDUCCIÓN ESTÉTICA Y EL AMOR INFELIZ EN SØREN KIERKEGAARD
Héctor Rodríguez L*.
Universidad Santo Tomás - Bogotá - Colombia.

“Mi añoranza es una impaciencia eterna. Sólo si hubiera experimentado todas las eternidades y me hubiera cerciorado de que me pertenecerías a cada instante, sólo entonces regresaría contigo, y contigo experimentaría todas las eternidades, y aunque no tendría la paciencia suficiente para estar separado de ti un solo instante sin añorar, tendría confianza para sentarme con tranquilidad a tu lado”Juan
Diario del seductor

Resumen
Este texto busca presentar un acercamiento al estadio estético de la vida en relación con las diferencias que se establecen entre el seductor estético y el amante infeliz desde Søren Kierkegaard. En la introducción, se hará la presentación de Kierkegaard en el contexto intelectual de la Dinamarca que acogió al pensador en el s. XIX mediante algunos datos biográficos y la referencia a los estadios de la existencia. Luego, se tratarán tres temas, a saber: La descripción del estadio estético de la vida de acuerdo a la elección; la seducción estética como fantasía desde el seductor y el amor como melancolía desde el amante infeliz.

Introducción
Søren Aabye Kierkegaard es quizás el más grande pensador e intelectual Danés de épocas recientes. Nació el 5 de Mayo de 1813 en la fría Copenhague para morir en ella misma el 11 de Noviembre de 1855. Aquel mes de Mayo en el que nació debió resultar demasiado frío como para despertar en su espíritu sentimientos profundos que sólo se atreven a experimentar almas que se impresionan ante lo sencillo y que descubren cosas maravillosas donde nadie más las ve. El frío, es ese frío danés que le acompañó a lo largo de sus cuarenta y cuatro años de vida hasta el mismo mes de Noviembre en el que falleció tras desmayarse en la calle, un frío capaz de hacer buscar lo más cálido para el espíritu de la mano de lo eterno. Su apasionante estilo de vida es muestra de ello.

Desde temprana edad Søren se enfrentó a uno de los sentimientos que motivarían su producción como escritor: la melancolía. Asistió con pena a los cinco años al funeral de uno de sus hermanos. El pequeño descubrió como desde tan corta edad parecía como si la suerte de la providencia se diera en contra de los suyos. Así, vio partir de su lado a tres de sus hermanas y a dos hermanos más. Eran Pedro y Søren Kierkegaard los dos hermanos restantes de siete. Como si fuera poco soportó la muerte de su madre tras grave enfermedad y la de su padre ya por el año de 1838 cuando Søren cargaba apenas con veintisiete años. La muerte de éste le permitió el reconocimiento de un secreto paterno, a saber: cuando aún Michael Pedersen –padre de Søren- era joven, maldijo su suerte vociferando en contra de Dios en lo alto de una montaña con razón de los mediocres trabajos por los que tenía que pasar en Jutlandia –norte de Dinamarca- . Kierkegaard creyó aun más en la suerte de la predestinación y se entregó a la creencia de que al igual que la mayoría de sus familiares él fallecería antes de los treinta y tres años, tenía la fuerte convicción de que así lo querría la providencia. Aquel vestigio oscuro de muerte le imprimió en el espíritu la más grande de las melancolías, la misma que le llevó por los caminos de la escritura, de la fe y la fantasía.

Søren fue un hombre distinto, uno entre tantos, no sólo por la calidad y claridad de su pensamiento sino también por la maravilla de su escritura y además por la bella manera con la que se entregó a las fricciones del amor y la seducción, él las vivió, las sintió y las sufrió: era un romántico y tuvo que aceptarlo. El contexto fue preciso; Dinamarca asistió a la recepción del pensamiento romántico de las novelas de Shakespeare, al tratamiento poético del ideal de la vida de los poetas alemanes Schiller y Goethe y a la recepción del idealismo alemán con su máximo exponente: Hegel, autor este último al que Kierkegaard trataría de descifrar.

Bajo dicho marco intelectual Søren se educó en la Universidad de Copenhague gracias a las ayudas de su padre quien era un brillante comerciante. Estudió filosofía, teología y literatura, todo acompañado de una drástica orientación cristiana. Søren era un gran estudioso, ya en la Universidad se habría interesado gracias a su maestro Pablo Martín Møller en temas como la libertad, la existencia en sentido limitado y paradójico y el repudio sistemático; temas desde los cuales, con seguridad vislumbró la categoría del individuo o sujeto de la existencia. Su tesis de grado fue una brillante elaboración Sobre el concepto de la ironía en constante referencia a Sócrates donde según destaca Rafael Larrañeta superó la visión hegeliana de Sócrates.

De esta manera hablar de Kierkegaard es comprometer la palabra de un pensador relacionado con la existencia, de allí la oposición a todo sistema elaborado que no determine al sujeto como el centro de todo y que no lo postule como el sentido desde el cual toma forma la realidad. De acuerdo con dicha existencia o con ese estar en el mundo, el autor se propone determinar ciertos estadios de la existencia –estético, ético y religioso- en relación con la libertad, la angustia y la desesperación del sujeto.

Así, lo estético, se presenta como lo inmediato y lo libre de todo compromiso, aparecen el seductor y el amante quienes no habitan en lo exterior de la realidad, su interioridad es la realidad misma a la cual le agregan una configuración poética y emotiva del existir.

El seductor vive del deseo, del engaño, del placer y no determina la belleza de una mujer como el motor de su existencia, sino la belleza de las mujeres, seduce y llena de plenitud a la seducida, no se compromete. Por otra parte, el amante se enamora, vive del amor del alma –el más puro-, vive en, para y por lo bello, por lo amado, pero a la vez sufre porque algo le impide –exterioridad- amar lo bello, amar como aman los amantes verdaderos, por ello es infeliz.

El momento ético llega tras la conciencia de compromiso acompañado por el humor que en este caso ya no se interpreta como goce placentero de la vida sino como disfrute de mi compromiso –responsabilidad-, la ilustración más clara de la vida ética es el matrimonio. Lo religioso se da tras la conciencia de mi fe y de mi lugar en el mundo ante Dios, el absurdo y la paradoja lo justifican y muestra de ello es la actitud de Abraham quien se convierte en padre –caballero- de la fe en virtud de lo absurdo y en virtud de la paradoja. Por lo tanto, la fe es la justificación de la religiosidad del sujeto porque es la que permite hacer el salto hacia lo eterno, la religión es de esta manera existencia, la que se goza renunciando a toda generalidad para estar ante Dios -particularidad-.

Cabe anotar que dichos estadios de la vida no son ni cíclicos, ni esquemáticos, ni sistemáticos y no corresponden para nada a una escala de la existencia. El sujeto que se reconoce en su libertad debe encontrarse preparado para dar un salto, ya sea, de un estadio a otro o a uno sólo. Ningún estadio es anterior a alguno, es más, los estadios de la vida según como los presenta Kierkegaard son determinantes en aquellos sujetos que son concientes de su existencia y que tomando dicha experiencia se atreven a “existir”. Los estadios de la vida se identifican en aquellos –pocos- individuos que se reconocen entre muchos, que reconocen su angustia (realidad de la libertad en tanto que posibilidad ante la posibilidad), su desespero (el dolor de la existencia o enfermedad mortal), la melancolía (el phatos del alma) y el sufrimiento (la naturaleza de la existencia).


Søren Kierkegaard reconoció todo esto, existió y le agregó a su vasta melancolía una carga emocionante de fantasía que antepone a todo estadio la escenificación poética de la vida, ya que sólo los poetas –según Søren- son quienes reconocen las maravillas de la realidad en lo sencillo y son aquellos quienes plasman la totalidad del existir en su fantasía por medio de la evocación.

De acuerdo con lo anterior se deduce que Søren Kierkegaard es un escritor que permite múltiples reflexiones en relación con los temas propuestos en sus obras, temas que se encuentran elaborados ya sean con perspectivas estéticas, éticas o religiosas y de las cuales se puede hablar en el sentido de maneras de la existencia. El objeto de la presente investigación es, entonces, el marco de las obras estéticas, en las que el autor esboza de manera poética y emotiva tanto las relaciones amorosas de un seductor como las frustraciones de un amante infeliz; diferenciación a la que se llega tras el reconocimiento de las características primordiales del estadio estético, a saber: elección, goce e instante en el seductor; melancolía, sufrimiento y desespero en el amante.

Así, los escritos de Kierkegaard y en gran medida los estéticos no son más que un pretexto para presentar la concepción estética de la vida, del amor, de la belleza, de la seducción, de la sensualidad y de la decepción o el sufrimiento de acuerdo con una manera de estar en el mundo. A este reconocimiento es posible llegar gracias a la retrospección que hace de sí mismo el escritor danés al intentar compararse, con el seductor y con el amante infeliz como bien llega a considerar Larrañeta. Todo esto se da como resultado, en gran medida, de la motivación que le generó el enamorarse de la danesa, Regina Olsen, una belleza hecha fantasía gracias al espíritu de Søren con quien entabló una relación poco duradera (un año) y a juzgar por las constantes referencias que hace el escritor de ella en sus obras, bastante tormentosa.

Por último, es preciso añadir que la idea es seguir en lo restante del texto al Søren que se colocó las máscaras del seductor y del amante infeliz para representar bajo términos existenciales y poéticos la decisión que le llevó a optar por sí mismo y por la soledad . Muy lejos y a la vez cerca de su Regina. Así, por esto y más se logra considerar con Rafael Larrañeta que el secreto de Søren no era otro que el deseo por llegar a ser él mismo entre muchos.


I. El estadio estético de la vida.
“La estética en un hombre es aquello por lo cual ese hombre es, inmediatamente, lo que es
Søren Kierkegaard


Estética y ética en la formación de la personalidad
Dentro del marco de las obras estéticas de Søren Kierkegaard se ubica una magnifica obra, Enten Eller, la cual se dio tras el definitivo rompimiento de Søren con su prometida Regina y el viaje del mismo a Berlín con motivo de un curso dictado por el idealista alemán Schelling. Ciertamente la obra se encuentra escrita magníficamente en un corto período de la vida del escritor entre 1841 y 1842. La melancolía y el sufrimiento generado tras el rompimiento habrían generado, por un lado, firmes convicciones creativas en el pensador y por otro un aburrimiento terrible en el curso de Schelling.

¿En qué consiste la obra? Es el mismo Søren quien en el prólogo de Enten Eller, que traduce al castellano O lo uno o lo otro, se presenta como el editor de la misma, es decir, afirma haberse encontrado algunos papeles en un mueble viejo que se había comprado y haberlos ordenado según el azar. Enten Eller es la reunión de los sentimientos encontrados de Kierkegaard, es el soporte que le permitió desahogar sus penas y es, a la vez, el incentivo que utilizó el escritor para motivar la lectura de sus obras posteriores.

Así, es en este punto donde se hace necesario recordar que si bien el escritor danés gozaba de buena fama intelectual en Dinamarca, fue él mismo quien tomó la decisión de ocultar su nombre original con pseudónimos. El argumento era simple tal y como recuerda Larrañeta: Kierkegaard para complicar aún más el modo de situarse como individuo singular, como filósofo y como teólogo, ante el mayor problema de su vida, el problema de la verdad, tomo la decisión de firmar buena parte de sus obras con pseudónimos . En otras palabras lo que llevó a Søren a firmar con otros nombres fue la posibilidad de tener múltiples maneras de existir a partir de la conciencia de la existencia misma en relación con la angustia, la desesperación y la melancolía.

De esta manera, el escritor danés firmó con el pseudónimo de Víctor Eremita* para Enten Eller, algo así como el solitario victorioso, pseudónimo que termina por ilustrar lo que por ese momento ocurría en la vida del pensador. Un hombre solo y aburrido que se había encontrado por suerte y en aras de su intuición con los papeles de algunos intelectuales; los habría tomado y junto con ellos se habría ubicado hacia el interior del bosque para organizar los documentos sin que nadie le descubriese.

Kierkegaard en el más alto estado de exaltación y felicidad por lo encontrado afirma que se necesita mucha suerte para llevar a cabo semejantes descubrimientos, siendo ésta la manera como el Søren de carne y hueso se acompañó con los fantasmas del desespero y del dolor con razón de los recuerdos del rompimiento. Enten Eller le permitió al escritor danés triunfar en su soledad, descubrirse a sí mismo, fantasear con la angustia, ocultarse en máscaras y evocar el estadio estético de la vida. La conciencia propia de su existencia le llevó a considerar en un episodio musical: La vida se me ha convertido en un potaje amargo. Y, sin embargo, tengo que beberla gota a gota, lentamente, llevando la cuenta .

De esta forma Kierkegaard presenta su obra y habla de dos series de papeles. Una primera que incluye multitud de tratados estéticos y otra pequeña, que habla acerca de reflexiones éticas. Lo primero que se ve en los papeles –dice Søren- son pequeños aforismos que se titulan como Diapsalmata o –en castellano- pequeños interludios musicales, los cuales se encuentran ordenados según el azar y que dada su interpretación pueden resultar contradictorios.

Las obras estéticas son dadas tal y como están, a ellas mismas les corresponde defenderse.

Los papeles estéticos se refieren a una concepción única de la vida, estética e inmediata y que nada tiene que ver con el juzgamiento que hacen de ella los documentos éticos según afirma Søren. Enten Eller es entonces un somero accidente provocado por el escritor danés que puede interesar a muchos y a pocos o en otras palabras y como su mismo editor recalca: Tanto si lo lees como si no lo lees, te arrepentirás.

Ahora bien, es necesario destacar que es en algunos apartados de Enten Eller donde se logra apreciar de manera significativa lo que llamamos la concepción estética de la vida. Una concepción que consiste en el elegir, ya sea, para bien o para mal, de acuerdo a la naturaleza de la personalidad. Este elegir es lo mismo que el aut-aut con el que él escritor danés pretende hacer notar la importancia de la elección. Y bien dice: Te repito lo que tantas veces te he dicho, o más bien te lo grito: O lo uno o lo otro. El elegir dentro del estadio estético de la vida se convierte así en una solemnidad. Elegir de acuerdo a la naturaleza de la personalidad hace el alma más digna porque -según afirma el pensador danés- la grandeza no consiste en esto o en aquello, sino que se encuentra en el hecho de ser uno mismo.

La vida estética que elige el hombre es una vida inmediata, una vida en la que la existencia es bella si existe un motivo para elegir; una vida que bien es interiorizada en razón de lo crucial de la existencia y que puede caer en melancolía al ser reprimido lo elegido y en desesperación al dudar de la fuerza de la personalidad. Es ésta una vida del instante, del goce placentero, del deseo, es una vida que se apodera con todo de la libertad y que la eleva hasta su máxima expresión dada en la fantasía y en la representación. Es ésta la vida –estética- una realización que juega con la evocación de lo bello, de lo magnifico y de lo grandioso; una vida que se divierte con la duda que es la desesperación del espíritu porque al final se elige; es ésta la vida que arriesga la realidad porque la transforma; es ésta una vida que se da en la ironía; una vida que compromete todo el existir; una vida que se encuentra entre los límites de la pasión de lo erótico y el desespero producido por la angustia de no saber si se obtiene o no alguna cosa.

Así, dirá Kierkegaard con relación a la vida estética: Parece pues, que toda concepción estética de la vida es desesperación, y que todo individuo que vive estéticamente es un desesperado, lo sepa o no. Pero, si lo sabe, y tú lo sabes, se impone una forma superior de la existencia. Entonces, se puede agregar algo, a saber: Es esta, la vida estética, la más elevada, una vida que puede bien ser criticada pero que no tiene punto de comparación con ninguna otra, porque para hablar de esta vida hay que decidirse a elegir y hay que atreverse a vivirla, ya que, este vivir estéticamente se relaciona según el pensador no sólo con la sensibilidad en el sentido griego de la palabra sino también con la existencia en su plenitud.

El estadio estético, así entendido, abarca desde el elegir como categoría inmediata que se da en el instante, hasta, las tres categorías propias del estadio, a saber: la propia inmediatez, la compresión finita y la ironía; categorías éstas que se relacionan una con la otra, ya que, son todo lo que comprende al sujeto en su existencia. De esta manera Kierkegaard dirá: La razón por la cual el que vive estéticamente no puede explicar en un sentido superior es que siempre vive en el instante y siempre su saber es, hasta cierto punto, relativo y limitado.

El sujeto mismo se hace a partir de todo lo anterior, es pura espontaneidad, libertad de elección, vida basada en el placer, en el goce o disfrute de las sensaciones, en el ahora, lo finito y lo temporal; es un sujeto individual en quien se oculta la verdad de la existencia. Muestra de ello es el seductor reflexivo que se presenta como un profundo conocedor de todas y cada una de las características de su objeto, es un irónico amante que llena de plenitud a su amada para luego desaparecer la relación e impregnarlo todo de una ausencia fantasiosa; él es un hombre que prefiere el goce al que se llega tratando lento y es a la vez un hombre que goza de su existencia, es un profundo conocedor de sí mismo. Por otro lado, el caso del amante es distinto, él aunque se conoce en lo estético, prefiere volver sobre la melancolía y por el amor a lo eterno decide quedarse con lo infinito y lo atemporal, es un hombre que sabe de sí mismo y que se queda con lo absoluto, sin embargo, este hombre elige a pesar de no vivir una vida ciento por ciento estética.

Por último, cabe anotar que si bien Søren Kierkegaard, se encontró los papeles desordenados de Enten Eller, él resulta ser mucho más que el editor de los escritos. Se da en la obra como un pensador o escritor que logra establecer diferencias radicales entre la concepción estética y ética de la vida de acuerdo con las analogías a su propio estilo de existencia, analogías que abarcan toda soledad, toda melancolía, todo amor por lo eterno y toda fantasía poética. Es entonces tanto a Víctor Eremita como a Søren Kierkegaard a quienes se les deben asignar las caracterizaciones del estadio estético de la vida y digo esto porque si revisamos las distintas obras del escritor danés, las propias de su puño y letra o bien las que se encuentran bajo la etiqueta de un pseudónimo, constataremos en mucho que allí se dan ciertas críticas elocuentes a la vida estética de acuerdo con el compromiso en lo ético o la fe en lo religioso.


II. La seducción estética como fantasía desde el seductor.
“Entonces se regocija mi alma, late mi corazón,
se enciende la pasión. Esta sola muchacha, la única
en el mundo entero, ha de pertenecerme, ha de
ser mía. Que Dios guarde el cielo, mientras yo
la guardo a ella”
Juan
Diario del Seductor


Cuando Søren Kierkegaard editó Enten-Eller, no lo hizo por mera rutina o gracias a sus dotes de escritor, él se colocó la máscara de seductor con motivo del aún y para siempre permanente recuerdo de Regina y se permitió evocar la realidad fantasiosa presentada en el Diario del Seductor para tratar de huir aún más de su amada. El mismo Kierkegaard afirma en su Diario íntimo hacia 1853 que Diario del Seductor estaba escrito a propósito para rechazar a su Regina. Así, la narración que compone las vivencias del seductor se da como una representación mágica que realiza el escritor danés no sólo para ahondar en la melancolía de su interior y su soledad sino también para hablar del romance con Regina bajo formas poéticas y existenciales como anota Larrañeta, esto todo en paralelo con dos personajes: Juan el seductor –que transmite la faceta seductora, poética y fantasiosa de Søren- y Cordedia –que no es nada menos que la imagen de Regina, una mujer de belleza descomunal tan lejana como el cielo y tan cercana como un recuerdo-.

De esta forma, es preciso dirigir la mirada hacia El Diario del Seductor que abarca las características fundamentales de la vida pensada estéticamente y a la vez presenta al seductor como el personaje a partir del cual se puede pensar la realidad de manera poética, ya en las primeras páginas del diario se afirma: El susodicho titulo -seductor- armoniza completamente con el contenido en su totalidad. Su vida ha sido un intento de realizar la tarea de vivir poéticamente.

El Juan de Kierkegaard es un seductor que se rinde ante el erotismo, que seduce con una fineza de espíritu capaz de penetrar en las más pequeñas fibras sentimentales de su amada; que se entrega a la pasión mientras contempla el cuerpo de la misma y es quien llena de una poesía total que transforma todo dolor, sufrimiento o desazón en amor y en fantasía. Esta obra resulta ser un ejemplo claro de lo que ya se ha afirmado antes acerca del estadio estético de la vida, algo así como un momento en el que todo es inmediatez, elección, belleza, goce e instante, un momento en el que el seductor admite la existencia, la vive y es conciente de ella.

La escena de la vida es para el seductor una especie de irrealidad que no habita en la exterioridad, es una obra de teatro fantástica en la que él como seductor teme a los engaños comunes prefiriendo mejor ser quien engaña, dándose así a un acto donde lo único interesante es la vida suya que es toda conciencia y reflexión a partir de lo inmediato y de lo que puede ser elegido. Lo poético es ese plus que él aporta. Este plus es la poeticidad de la que él goza en la situación poética de la realidad, lo que retoma bajo la forma de reflexión poética […] el goce es aquello para lo que su vida entera se encuentra hecha .

Es así como se puede anotar que el seductor es un verdadero existente, la escena es su interioridad, la belleza es el objeto de su deseo, la fantasía es su realidad y la seducción es el engaño acompañado del verdadero amor. Para él el seducir es una tarea que tiene que ver con el alma porque es ella misma quien se motiva cuando ve lo bello y hay inclusive algunas otras pocas almas que reconocen esta labor, la labor poética del seductor, ya que, para una mujer, ser la elegida de un seductor es como para el fruto ser picado por un pájaro, porque el seductor es un buen conocedor […] un fino conocedor . Y se llama engaño a la seducción porque lo único que queda de ella en últimas son los recuerdos y es así como en el atrevimiento del seductor y en la perplejidad de la mujer se encuentra lo interesante del instante, no hay escapatoria, el seductor cree en sus dotes espirituales y es capaz de conducir a una mujer hasta distancias inimaginables.


Ahora bien, ha comenzado entonces el reconocimiento de la seducción del esteta a partir de la fantasía. Juan la ha visto. Es una mujer majestuosa que viste como las diosas y que parece caminar sobre nubes, es todo un misterio, desde el primer instante en que Juan la ve decide hacerla suya y decide además tramar lo que sea necesario con tal de llegar a ella. Se llama Cordelia. Es hermosa. Camina por las calles sin saber que existe un hombre poco cercano a ella que le ama mientras ella vuelve a su casa. Cordelia ha aparecido y ha dejado en el alma del seductor una huella profunda sin siquiera mirarle a los ojos, esta huella es bastante onda, tanto como para pensar que desde ahora todo lo que venga en adelante deberá ser provechoso y la maldita casualidad -como el mismo Juan le denomina- deberá traer de nuevo a Cordelia, deberá presentársela a los ojos, para así poder él contemplar su belleza eterna en un nuevo instante.

De Juan se puede hablar demasiado, mientras la busca hace feliz una angustia desesperada, sueña a Cordelia y la dibuja por todo lugar, la piensa, la ve, la observa, afirma que se encuentra dentro de sí misma como ocupada en sus pensamientos y acerca de sus ojos dice: Sus ojos son grandes y radiantes; al mirar en ellos se descubre su oscuro brillo, el mismo que permite intuir su profundidad, pues resulta imposible acceder a ellos; son nítidos e inocentes, tiernos y tranquilos, llenos de picardía cuando sonríe. Juan está enamorado y afirma que resulta interesante que su alma reconozca que lo está mientras, por otro lado, Cordelia aún ni se imagina alguno de los sentimientos que se desarrollan en Juan cuando ella aparece.

Pasa el tiempo, Juan se ha acercado mucho más, ahora ya la conoce y la saluda. Ha sido su inteligencia la que le ha permitido insertarse en la casa misma de su amada para gritarle en silencio que es ella la elegida, la única, la mujer por la cual él sería capaz de atravesarlo todo tan sólo por un instante. Ella no se impresiona aún, muy seguramente con el paso del tiempo necesario para la seducción, que puede ser mucho y a la vez poco, ella misma se sorprenderá tanto como quien ve un esplendido sol luminoso en el amanecer después de horas eternas de lluvia en una oscura y tenebrosa noche. Juan deberá gritar a viva voz, atacar, y penetrar en el corazón de Cordelia cuando llegue el instante preciso.

El seductor se encuentra dentro de sí y contempla a su Cordelia, aún la ve un poco lejana pero no menos maravillosa. La quiere sin amigas y la quiere para él; la pretende alejada de toda la realidad mientras juega en sueños con la imagen de su amada; quiere conocer la totalidad del espíritu de Cordelia y luego atacar; se dedica a fantasear profundamente en el amor y la observa sin más, le parece encantadora. Juan la conoce y reconoce su orgullo, no importa, aún se afana, ella debe ser suya; él emprende la labor con una fuerte herramienta bajo el brazo: la paciencia y con razón, ya que, debe enredarla en una inmensa red de amor de la cual ella ya no pueda escapar y desde allí penetrar en el instante, hacerla suya y huir, a todo esto sólo se llega con paciencia y con la fuerte convicción de lograr lo que se quiere.

Ha comenzado el verdadero plan, Juan envía a su amigo Edvard para que sea él quien conquiste a Cordelia, lo tiene todo calculado y arriesga, Edvard es un tipo frío y aburrido que no sería capaz nunca de conquistar a una mujer tan eterna como Cordelia. El plan consiste en guiar a Edvard por el sendero de la conquista, Juan siempre estará ayudándole en todo lo que necesite mientras en el fondo lo que verdaderamente interesa es insertarse aun más en el ambiente que rodea a Cordelia, penetrar fuerte e ironizar, acercarse a ella como un amigo para luego desorientarlo todo, sacar del camino a Edvard y hacerla suya. Edvard lo hace bien a pesar de su timidez, orienta sus actos tras la guía de Juan quien cada vez que se encuentra más cerca de Cordelia quiere confesarlo todo. Edvard no cae en cuenta y tras poco tiempo pierde.

Ha sucedido y el plan ha sido perfecto. Juan se ha acercado a Cordelia y le ha desorientado, le ha cambiado la vida, las sensaciones y el palpitar, le ha confundido, sorprendido y conmovido; le ha dicho que es ella la mujer de sus sueños y le ha dicho también que es la elegida y esta vez con voz bien entonada. Juan ha pasado de ser un hombre que soñaba a uno que ahora tiene en el instante el deseo, a uno que ahora logra llevar de la mano a la seducida, a su Cordelia, a su única, a su mujer. La ha alcanzado, la ha atrapado a pesar de su orgullo, ha logrado seducirla estéticamente y con razón afirma: Me embriaga pensar que ella está en mi poder. ¡Una feminidad pura e inocente, transparente como el mar y, sin embargo, profunda como éste, sin ningún presentimiento del amor!

Juan la hace suya, hace crecer una inmensa y eterna llama de amor en el pecho de Cordelia, la mira a los ojos y le grita en silencio: Cuando yo haya llevado las cosas al punto en que hayas aprendido qué es amar y qué es amarme, el noviazgo se romperá como una forma imperfecta y tú me pertenecerás. Juan es consciente del límite de la seducción y a pesar de ello eleva aún más el corazón y el alma de Cordelia y le dice: ¡Qué soberanamente ha dotado la Naturaleza a esta joven; sus puras formas tersas, su profunda inocencia femenina, la claridad de sus ojos! - ¡todo me embriaga! Mientras todo sigue Juan disimula perfecto y no teme a la contradicción mientras no se la descubra, ama a Cordelia en el instante y la engaña con razón de lo bello.

Se acerca el final, Juan ha hecho que Cordelia se aburra pero jamás ha dejado de darle una sola gota de amor. Se ha separado, ella ha tenido que viajar y él se ha servido de sí mismo para lograr que sea ella quien lo deje. El seductor ha aprendido mucho de Cordelia y a pesar de su experiencia quisiera no dejarla, la ama, la recuerda y dentro de sí afirma: Lo que puedo asegurar a cualquier muchacha que confía en mí es, sobre todo, un trato perfectamente estético, por más que siempre acabe siendo engañada; pero ella consta también en mi estética […] . Así Juan es consciente de todo y entiende lo difícil que es dejar a quien se ama, sin embargo ejerce una gran violencia en contra de sí mismo a fin de lograrlo .

Ha llegado el momento definitivo, Juan se comunica con Cordelia por medio de cartas y en ellas pretende hacer extensivo su arte, quiere fortalecer con cada uno de sus movimientos el amor que en ella reside y hacerlo eterno. él mismo considera: Ella tiene su libertad; pero es a mí a quien debe pertenecer. Sería una estupidez que el noviazgo la ate, lo único que quiero es poseerla a ella en su libertad.

El seductor se impacienta, sufre, no teme, resiste y se apoya en los recuerdos que hacen el logro de lo bello algo magnifico. Se dirige a ella con palabras poéticas, se queda en su fantasía y le dice: Cordelia Mía, ¡Cordelia Mía! si quieres, te rapto ¿me lo ordenas? […] Agárrate; si el mundo llegase a su fin; si nuestro ligero carruaje desapareciera bajo nuestros pies, nosotros seguiríamos abrazados pese a todo, suspendidos en una especie de armonía .

Juan se sale con la suya, el cambio se ha producido; Cordelia se encuentra confundida y ama como nunca. Ella aún combate y se resiste mientras él vuelve al lado de su fantasía y al lado del erotismo de los recuerdos, mientras él evoca a su Cordelia y a la vez pretende que sea ella quien se aleje. Magnifica contradicción, pero Juan es más que eso, Juan es un hombre que hace todo con el más puro amor. ¿Se entiende? Llega el instante verdadero, se aman, son fugaces en el tiempo y se separan. Juan la evade en compromiso y muy dentro de sí afirma: Amar a una es demasiado poco; amarlas a todas es superficial; conocerse a uno mismo y amar al mayor número posible, hacer que la propia alma esconda todos los poderes del amor de manera que cada una obtenga su alimento determinado mientras que, sin embargo, la conciencia lo capta todo – eso es el placer, eso es vivir .

Ahora bien, cuando llega el final de todo, cuando el instante termina y cuando la magia de la seducción no soporta ya la concreción de la conquista se da paso al sufrimiento. Tanto Cordelia como Juan pierden radicalmente la paz y la tranquilidad de su espíritu. Cordelia se siente inmersa en un nudo imposible de desatar al cual ha llegado tras el descubrimiento del alejamiento de su ahora amado y le dice: Huye a donde quieras, aun así soy tuya; márchate al fin del mundo, aun así soy tuya; ama a otras cien jóvenes, aún así soy tuya; sí, en la mismísima hora de la muerte he de ser tuya. Has osado engañar a una persona de modo que has llegado a serlo todo para mí; pues ahora quiero dedicar toda mi alegría a ser tu esclava, tuya soy, tuya, tuya, tu maldición. Y luego un día más tarde, el seductor añade: ¿Por qué una noche como ésta no habría de durar hasta lo infinito? Ahora todo se acabó.

Por último cabe destacar que dentro de tanta maravilla, tanta poesía, tanta expresión y tanta belleza hay algo que es seguro: la seducción de Juan el seductor es un arte fantasioso que se encarna en el engaño por medio del amor, un arte al que se llega tras estar ligado a la conciencia de sí mismo. Es éste el arte en el cual se esconde profunda e íntimamente Søren Kierkegaard, un arte que le sirve de máscara para disimular en algo su renuncia a la más bella de todas, su Regina, un arte que le aproxima al amante infeliz con razón de su amor por lo eterno, ya que, si bien Søren parte de la seducción no cumple a cabalidad con el plan del seductor, él no busca nuevas mujeres o nuevas sensaciones, Søren poeta seduce y conquista para luego renunciar y anclarse de la mano de la eternidad en el recuerdo de su amada, siempre quiere volver y es allí donde se impone la resistencia, como en el caso de Juan, quien a pesar de todo termina dudando acerca de si es posible deshacerse poéticamente de una joven.


III. El amor como melancolía desde el amante infeliz.

“¿Qué ama el amor?
Infinitud.
- ¿Qué teme el amor?
– Límite.”Juan
Diario del Seductor


Durante los últimos años de su vida Kierkegaard se dedicó a la labor de escritor religioso y fue en ese momento en el que descubrió como la Iglesia Danesa habría convertido al Cristianismo en un adulterio por medio de sus estructuras oficiales. Søren fue ante todo un creyente que postulaba la verdadera fe en relación con la existencia, según el pensador danés, se llega a una relación con Dios cuando se es capaz de apropiarse de la particularidad y de relacionarla con lo absoluto, muestra de ello son sus escritos religiosos como: Temor y Temblor, Las obras del amor o la Ejercitación del cristianismo*. Pero más allá de dicha labor y de dichas obras aun habría algo que atormentaba el espíritu del escritor danés.

Por ejemplo en Temor y Temblor, texto firmado con el pseudónimo Johannes de Silentio, el escritor danés se dedica a distinguir las posibilidades que tiene el existente religioso ante la prueba de fe y sin embargo aún allí mismo en un apartado se refiere a una mujer que le habría podido cambiar las rutas de la existencia, sin duda, se trata de su amada, de Regina quien leía todas sus obras y es a ella a quien le dice entre líneas: Yo he reconocido a una persona que pudo haber redimido mi vida en cierta ocasión, si hubiese sido magnánima […] <>.

El debate espiritual de Kierkegaard no sólo era acompañado por la grandeza de la fe, además de ello, se encontraba perplejo ante la pasión transmitida por la seducción y la angustia provocada por el amor infeliz, como ya se ha recalcado. Dadas las aproximaciones críticas a la Iglesia de su país y la intuición del final de sus días, Søren decide realizar un balance de su relación con Regina tras ocho años de rompimiento, es decir, el pensador danés jamás logró reponerse del golpe que habría generado la ruptura, jamás logró olvidar a Regina y jamás logró dejar de amarla aún cuando ella ya se había casado con otro hombre. Así, en su Diario íntimo fechado con el 24 de agosto de 1849 Søren titula las páginas con un atrayente titulo: Mi relación con “Ella” – En forma un poco poética.

Allí, Kierkegaard sitúa su relación con Regina en el plano de lo espiritual y logra por medio de las acotaciones poéticas vislumbrar el porqué de su enamoramiento y el posterior rompimiento con su amada.

Acerca del enamoramiento dice: Durante aquel tiempo permití que su vida se vinculara con la mía […] subí con ella hasta su casa. Henos aquí a solas en el saloncito. Ella está un poco nerviosa. Le rogué que ejecutara algo para mí, como lo hacía habitualmente. Lo hizo, pero no logré mi intento. Entonces, de pronto, tomé la partitura, la cerré con impetuosidad arrojándola sobre el piano, y le dije: -¿Qué importa la música? ¡A “usted” es a quien quiero desde hace dos años!- Enmudeció . Regina habría quedado anonadada ante la fuerza del Søren enamorado y le habría aceptado en seguida, él logró al igual avisarle de su profunda melancolía y hacerse a la prioridad en todo, Regina ahora se encontraba perdidamente enamorada, pertenecía a Søren.

Así y al poco tiempo Kierkegaard anota acerca del rompimiento: Pero al día siguiente, en mi fuero interno descubrí que me había equivocado. Un penitente como yo, con mi vida y mi melancolía…debía bastar. El enamorado se arrepentía, reflexionaba y se alejaba, nada más, Regina sufriría bastante a su lado, la melancolía resultaba demasiado profunda y fuerte. Y ella, tan sólo ella, tan perfecta, tan paciente, cedía ante todo, no había salida el pensador consideraba que lo mejor era romper.

Desde allí surgieron los sentimientos encontrados que provocaron tantas fantasías y tantas tristezas, por un lado era Regina quien se rendía, quien rogaba por Søren, quien le imploraba que no le dejara y por otro era él mismo quien se lamentaba en su interior. ¿Qué hacer?. Él lloraba largas horas en la noche e incluso afirmaba que si no hubiese sido por su melancolía habría sido feliz al lado de Regina. Además de todo el pensador se sentía presa de una protesta divina, no podía ser, no podía seguir, atrás quedaban los eternos momentos, los más bellos, las horas en que su amada se rendía en honor al verdadero amor ante él. Era cuestión de manejarlo todo, sólo un poco de dureza y algo de engaño, mentir, ocultarse y sufrir, él mismo dice: Fue un tiempo de tremendas penas; verse obligado a ser tan cruel, y amar, no obstante, como amaba yo. Ella luchaba como una leona; de no haber creído yo que era una protesta divina, habría vencido.

¿Qué decir? La ruptura definitiva llegó y Regina quedó toda en su desesperación. Su padre incluso visitaba a Søren con el propósito de que no la abandonara. Él optó por la soledad, por sí mismo, dentro de su ser hasta ahora se avecinaban los más crueles tormentos, los recuerdos le llenaban la cabeza de ausencia y de melancolía. No había ruta a seguir, tan sólo la suya, la que pudiera elaborar, renunciar y resignarse, escapar, armarse de un irónico valor y luchar contra el dolor, hacerse tan fuerte como para entender que el verdadero amor es personal y que es desde allí donde se hace eterno. Huir al daño que se le podría causar a una hermosa mujer que lo era todo, que lo aguantaba todo, que lo entendía todo, sí, huir, correr hacia el refugio interno, sufrir, ser cobarde, engañarse y no ceder.

Pasó el tiempo, Regina se alejó de a poco y se casó, atrás quedaban ahora las luchas por un amor que clamaba felicidad, por un amor que de cerca se penetraba en lo bello y en lo perfecto. Todo lo permitió Søren, así era mejor, ella debía entender que él lo hizo por ella y ni siquiera por él. Decía: Así pensaba yo (¡y eso sí que es amor!); o seré tuyo, o te permitiré que me hieras tan profundamente, en lo más íntimo de mi melancolía y en mi vínculo con Dios, de manera que, aunque separado de ti, sea siempre tuyo .

Es de esta forma como Kierkegaard mismo acepta compararse con un amante infeliz al afirmar: Evidentemente, un amante está ciego; por consiguiente, su juicio no es objetivo; ve tal vez belleza y rasgos por completo inexistentes.
A esta determinación llega el pensador tras esbozar de manera detallada lo que habría sido su relación con Regina, una especie de amor penitente desbordado por el interés y la pasión que provoca la seducción, para Søren el amor es visto como una determinación de la pura interioridad y es por tanto una renuncia a lo amado con miras a lo eterno. Kierkegaard afirma ser un amante desgraciado y a la vez logra conllevar con su decisión, tanto en su alma como en la de su amada, un profundo recuerdo, una eternidad sin límites, una infinitud mágica y un sentimiento perpetuo.

En últimas dirá Søren: Al fin y al cabo, tú no puedes saber si no sería un bien también para ti que yo permaneciera a tu lado.

Por último es preciso añadir que Søren considera que al amor infeliz le corresponde que el amor esté dado y que una potencia le impida expresarse felizmente en el encuentro de los amantes. Así, parece no quedar duda que en este caso esa potencia que impide al amor en su realización es la melancolía que le da paso al sufrimiento, a la separación y al dolor y en esto se apoya Kierkegaard para afirmar: Aparte de mis numerosas amistades aún tengo un confidente íntimo: mi melancolía.

Constantemente me hace señas en medio de mis alegrías o de mis trabajos, y entonces me llama a un lado y la obedezco, aunque corporalmente continúe en mi sitio. Mi melancolía es la más fiel amante que he conocido. ¿Qué tiene, pues, de extraño que la corresponda con todo mi amor?

De esta manera y llegado este punto se hace necesario destacar que la idea de Kierkegaard al compararse con el seductor estético y el amante infeliz es precisamente lograr una retrospección de sí mismo uniendo en una dos maneras de la existencia. El seductor, Juan, se convierte desde Søren en un profundo conocedor de lo que quiere y desea, llenándolo todo de fantasía, de poesía, de belleza, de sensualidad y de amor, mientras la seducida –Cordelia- contempla la más pura felicidad y el más puro sentimiento para luego rendirse ante su hombre, ante su Juan, quien le ha hecho eternamente suya, le ha maravillado y le ha dejado. Así, el amante infeliz, el propio Søren, se encuentra perplejo ante la maravilla de la mujer que le ha robado el corazón pero aún no el alma, entonces, regresa sobre sí mismo y sobre su melancolía, le deja, le huye y decide guardarla dentro de su alma para toda la eternidad. Ambos el seductor y el amante son perfectas creaciones, mágicas trampas de la estética y perfectas escenas de la existencia, para quienes su director tendría algunas bellas frases, a saber: Que lo finito y lo moral desaparezcan y quede solamente lo eterno: la fuerza del amor, el deseo infinito y la beatitud.

Finalmente, puede decirse que la lucha por la existencia es en Kierkegaard lo esencial de acuerdo con la posibilidad y la libertad del sujeto. En Søren la existencia o el existir toman forma a partir de la conciencia y de la reflexión y es gracias a ello que el sujeto mismo puede elegir. Así, el estilo retórico de las obras del pensador permite llegar a la creación de una imagen tanto de los personajes elaborados como de los temas tratados en relación con la existencia, ya que, o bien se existe estética-ética o religiosamente.

En últimas, aquel Søren que amaba los más finos cigarrillos y los más excelentes vinos, que optó por sí mismo en la ruta de la soledad y que desentrañó los temores de su alma para plasmarlos en la melancolía, no fue algo menos que un existente, es decir, logró lo que pocos, ser uno entre muchos y desde allí no importó más nada, ni siquiera las recriminaciones de su amada, ¿acaso estás loco?

Ya había tranquilidad, la vida de Søren es toda fantasía, es toda eternidad y para tratar de entenderlo bastaría tan sólo con citar las palabras que él mismo quiso en su tumba, a saber: Todavía un poco y habré vencido. Toda lucha será superada. Así podré reposar en una sala de rosas y deleitarme en eterno coloquio con mi Jesús.

Por ello este trabajo se encuentra dedicado a aquél individuo, a Søren Aabye Kierkegaard, todo por un intento de entender, si fuera posible, los suspiros y tormentos por los que ahora pasa mi alma enamorada.

sábado, 13 de febrero de 2010

PAR : INVICTA

Aquí es donde el muerto

Lamenta su vida...

Nos comemos a los antropófagos

Y preguntamos después...

No podemos controlar las yeguas

Acéfalas y los perros

Chasquean en sus cascos...

Practicamos el reavivar compulsivo

Del suicida en eufórico

Deslumbrar de lujuria

Y los niños-armadura

Y sus camisas de fuerza

Como leprosos devoran las alas

De ángeles lobotomizados

En burdeles pletóricos

Donde sirven vidriosas retortas

Repletas de taladrados fetos

Publicado por: invicta










El poeta ebrio sangra sobre su escritura
Pergamino que arde en eterno sopor
Calienta su mueca histriónica y sonriente
Fuera meretrices y alondras vorticean
Sobre brasas que suben hacia las pesadas nubes
Mientras el vate celebra los cisnes acéfalos
El olor abrasador de la absenta
Jaspea la entrada en mediopunto
...
El reloj se para en la pared queda
...
Filósofo de la crueldad que reifica el gris
Tejedor de inmundas notas progenitor
De ningún padre de ningún niño
Escritor de tórrida danza
Mentor del ballet de la intemperie
Poeta del tormento escultor
De amatistas e insomnios
Sirviente del hórrido cuarteto embridado
...
¡Oh que fiesta tan magnífica para sus ojos decrépitos!
...
Cada bruja cada nieve cada hoja pútrida
Cada esquirla a través de la tormenta
Cada manzana cada luz de luna cadavérica
Cada pájaro hostil de su diabólico
Relato de su inflamada inteligencia
Fluía hacia la silente sima
Donde cubría la helada maleza
Los cuerpos exsangües de los muertos

PAR (poetas anónimos en red)

J REY // estilo Arjona.





Enviado el día 13 February 2010 - 1:52pm | IP registrada

--------------------------------------------------------------------------------

Una media Verdad

Como un perro que ladra al paso de los coches
Como una carta triste en el buzón del miedo
Cuando en mi telaraña se derrite un broche
Cuando mi mano enreda todos tus enredos.

Permíteme quererte de una y mil maneras
desnuda soledad varada en mi bahía
y las palomas no son ya las mensajeras
del beso que juró que siempre me querría.

Para colmo los años nunca pasan en vano
derramé mis nostalgias en un(a) mar sin fondo
y el amor que era eterno se quemó aquel verano
descifrando miradas en tus brazos me escondo.

Por volver a reír partiría en dos una pena
pasaría las noches en vela
apostando a tu cara y tu cruz

Por volver a reír lloraría entre lágrimas secas
probaría a trucar la ruleta
y girarla entre el norte y el sur.


Como un niño que quema todos sus juguetes
Como una letanía presa del destino
Cuando en todos mis sueños sueño con perderte
Cuando derramo el llanto y se avinagra el vino

Quisiera calumniarme contra la tristeza
cuando tus labios se cierren por navidad
y se derrumbe el cielo sobre mi cabeza
pendiente del olvido, una media verdad.

De lo malo vivido me quedé con lo bueno,
hoy si te necesito ya no miro hacia atrás
Lo que más he temido era echarte de menos,
Lo que más temo ahora es volver a empezar.

Por volver a reír partiría en dos una pena
pasaría las noches en vela
apostando a tu cara y tu cruz

Por volver a reír lloraría con lágrimas secas
probaría a trucar la ruleta
y girarla entre el norte y el sur.

lunes, 8 de febrero de 2010

Rodney Temperton -

Rod Temperton

Rodney Lynn "Rod" Temperton (born 1947 in Cleethorpes, Lincolnshire, England)[1] is an English songwriter, record producer and musician most famous for writing a number of songs performed by Michael Jackson, including the title track of Jackson's Thriller,[2] the biggest-selling album of all time.

Contents
1 Biography
2 Songwriting credits
3 Production credits
4 See also
5 References
6 External links


[edit] Biography
As Temperton remembers music was in his bones from an early age; " My father wasn't the kind of person who'd read you a story before you went off to sleep - he used to put a transistor radio in the crib, right on the pillow, and I'd go to sleep listening to Radio Luxemburg and I think that had an influence." [3] Temperton attended the De Aston School in Market Rasen and he formed a group for the school's music competitions. He was a drummer at this time. " I'd get in the living room with my snare drum and my cymbal and play along to the Test Card, which was all kinds of music they'd be playing continuously." On leaving school he started working in the office of a frozen food company in Grimsby. He soon became a full-time musician however, a keyboard player now, and played in several dance bands, and this took him to Worms in Germany. In 1972 Temperton and guitarist Bernd Springer formed a soul cover band called Sundown Carousel. With Temperton on an old Hammond organ the band performed in clubs and GI bars in cities such as Mannheim.[citation needed] In 1974 he answered an advert in Melody Maker placed by Johnnie Wilder, Jr. and so became a member of the popular funk/disco band, Heatwave which Wilder was putting together at the time. "He was the first British guy that I had ever met personally. He spoke kind of funny but he had a good sense of humour and he was a very friendly guy. After meeting him and then seeing him play I kind of determined he was a good enough player and entertainer and I just knew he would fit in the group", said Wilder.[4] Temperton played tunes he had been composing to Johnny Wider, Jr. : "I was very interested because we were doing a lot of cover tunes - we weren't doing a lot of original material - I was really interested." The songs provided material for 1976's Too Hot to Handle including "Boogie Nights", which broke the band in Britain and the United States, and the memorable ballad, "Always and Forever" - both tracks were million-sellers in the U.S.[5]

Temperton's work attracted the attention of Quincy Jones, and he asked his engineer Bruce Swedien to check out the Heatwave album. " Holy cow! I simply loved Rod's musical feeling - everything about it - Rod's arrangements, his tunes , his songs - was exceedingly hip," recalled Swedien. Despite the slick American sound Temperton's working surroundings were still far from glamorous . Alan Kirk, a Yorkshire musician with Jimmy James and the Vagabonds who toured with Heatwave in the mid 1970s remembered; " The Always and Forever track was written on a Wurlitzer piano at the side of a pile of smelly washing - sorry to disappoint all the romantics." And producer Barry Blue recalled; "He had a very small flat, so everything had to be done within one room and he had piles of washing, and had the T.V. on top of the organ. It was a nightmare..he had trams running outside..but he made it, he just absorbed himself in the music and Rod seemed to come up with these amazing songs." [6] In 1977 Heatwave followed up the success of their first L.P. with their second, Central Heating, Barry Blue again producing, and Temperton behind the majority of the songs. It included Groove Line, another huge selling hit single with the by now familiar Heatwave sound and Rod Temperton hook. In 1978 Temperton decided to concentrate on writing and left Heatwave though he continued to write for the band.

In the early 1980s Temperton left Germany and moved to Beverly Hills, California.[7]

In 1979, he was recruited by Quincy Jones to write for what became Michael Jackson's first solo album in four years, and his first full-fledged solo release for Epic Records, entitled Off The Wall. Temperton wrote three songs for the album, including Rock with You which became the second US #1 single from the album. In 1982, Temperton wrote three songs, including the title track, for Jackson's next LP, Thriller, which became the biggest-selling album of all time.

Temperton was nominated for an Oscar for a song on the soundtrack of the film, The Color Purple, as the co-writer of the song "Miss Celie's Blues".[8]

Songwriting credits
Temperton wrote/co-wrote for the following singers/bands:[9][10]

Michael Jackson: "Rock with You", "Off the Wall", "Burn This Disco Out", "Baby Be Mine", "The Lady in My Life", "Thriller", "Someone in the Dark", "Hot Street".
Heatwave: "Boogie Nights", "Always and Forever", "The Groove Line", "Gangsters of the Groove", "Lettin' It Loose", "Keep Tomorrow for Me", "Party Suite"
James Ingram & Michael McDonald: "Yah Mo B There".
Tamia: "You Put a Move on My Heart".
Rufus: "Masterjam", "Live In Me".
The Brothers Johnson: "Stomp!" and "Treasure" "Light up the Night", "All About The Heaven".
Donna Summer: "Love Is in Control (Finger on the Trigger)", "Livin' In America" and "Love Is Just A Breath Away".
Quincy Jones: "The Dude", "Razzamatazz", "Somethin' Special", "Turn On The Action", "The Secret Garden" and "Back On The Block", "You Put a Move on My Heart" and "Q's Jook Joint".
Herbie Hancock: "Lite Me Up", "Getting To The Good Part", "Motor Mouth".
Aretha Franklin: "Livin' In The Streets".
Jeffrey Osborne: "We Belong To Love" (which Temperton also produced).
Bob James: "Sign Of The Times" and "The Steamin' Feelin'".
The Manhattan Transfer: "Mystery", "The Spice Of Life", from their Bodies and Souls album.
George Benson: Give Me the Night LP, including "Love x Love", "Turn Out the Lamplight" and the title track.
James Ingram: It's Your Night LP.
Anita Baker: "Mystery" from her Rapture album.
Patti Austin: Every Home Should Have One LP; "Do You Love Me?", "The Genie", "Baby, Come To Me" (with James Ingram).
Second Image: "Lights Out" on Strange Reflections
Michael McDonald: "Sweet Freedom".
Stephanie Mills: "Time of Your Life" and "Hold On to Midnight".
Karen Carpenter: "Lovelines" and "If We Try".
LL Cool J featuring Boyz II Men: "Hey Lover".
Mica Paris: "Love Keeps Coming Back", "Two in a Million", & "You Put A Move On My Heart".
Mýa: "Man in my Life".
Klymaxx: "Man-Size Love".
C+C Music Factory: "Share That Beat of Love".
Angie Stone: "Lovers' Ghetto" from her Stone Love album.
Mariah Carey: "I'm That Chick" (which sampled Michael Jackson's "Off the Wall") from her E=MC² album.
[edit] Production credits
Kim Wilde: "Say You Really Want Me".
Jeffrey Osborne: "We Belong To Love".
Quincy Jones: "I'll Be Good to You", "The Secret Garden", "I Don't Go For That", "Stomp"[11]
Patti Austin: "Givin' In To Love"
[edit] See also
Grammy Awards of 1991
Grammy Award for Best Instrumental Arrangement
Academy Award for Best Original Song
Academy Award for Original Music Score
[edit] References
^ Rod Temperton - Biography on imdb.com
^ 26/Jun/2009 Michael Jackson: How Rod Temperton invented Thriller Telegraph.co.uk
^ 'The Invisible Man' The Rod Temperton Story narrated by Paul Gambaccini, BBC Radio 2
^ 'The Invisible Man' BBC Radio 2 profile
^ Roberts, David (2006). British Hit Singles & Albums (19th ed.). London: Guinness World Records Limited. p. 248. ISBN 1-904994-10-5.
^ The Invisible Man Radio 2 profile, presented by Paul Gambaccini
^ Hoffmann, Christian. "Komponist von Michael Jackson war Wormser", Mannheimer Morgen, 18 July 2009, p. 30
^ Rod Temperton - Awards
^ allmusic ((( Rod Temperton > Songs > Songs Composed By )))
^ List of songs written by Temperton ASCAP
^ Qwest


External links
Six Million Steps - Rod Temperton Special radio show from March 2008
Rod Temperton biography at Allmusic website
Irreverent website info
Mini biography
"The Yorkshire Post" article (2006)
Retrieved from "http://en.wikipedia.org/wiki/Rod_Temperton"










Music producer Rod Temperton Photo: GETTY
He came up with the title Thriller after being asked to work on the album by Quincy Jones, the American music producer.

Originally Temperton had called it Starlight but Jones asked him to come up with another title.


Related Articles
Michael Jackson could top charts this week
Michael Jackson: how he came to be known as Wacko Jacko
Thriller: hit album broke down racial barriers in music industry
Leave your tributes to Michael Jackson
Michael Jackson: events that led to child abuse trial
Death sparks Google and Twitter frenzy Temperton once said: ""I went back to the hotel, wrote two or three hundred titles and came up with Midnight Man.

"The next morning I woke up and I just said this word. Something in my head just said, 'This is the title'.

"You could visualise it at the top of the Billboard charts. You could see the merchandising for this one word, how it jumped off the page as 'Thriller'."

Thriller has sold an estimated 109 million copies worldwide.

Jones had got it touch after hearing Boogie Nights, which Temperton had written as the debut single for Heatwave, a disco band he joined after spotting a local newspaper advertisement.

At the time he joined Heatwave, Temperton had been working in a much less glamourous industry - in the Ross Foods frozen fish factory in Grimsby, Lincs.

Now 61, Temperton has made himself rich by writing a string of hits not only for the King of Pop but also for other stars including Donna Summer, Mariah Carey and Mica Paris.

He lives on Mulholland Drive in Los Angeles, which boasts the actors George Clooney, Jack Nicholson and Bruce Willis as residents.

He also has homes in the South of France, Switzerland, Fiji, and a Kent.